jueves, 21 de agosto de 2014

Etapa 07 Los Arcos-Viana (Logroño)


Como dormimos genial y desayunamos divinamente, salimos con mucha energía y ganas de Los Arcos con dirección a Sansol. Al lado otro pueblo, Torres del Río con varios albergues pero sin periódicos para leer (sí para comprar) en los bares. Así que cuesta arriba, cuesta abajo caminito de Viana con contínuas subidas y bajadas. 

De Torres del Río a Viana nos separaban casi 11km, de nuevo, sin un pueblo por el camino. El camino está bien indicado, en general, aunque a veces es fácil ir mirando al infinito, conversando o incluso hablando por el móvil (hay gente para todo...) y puedes desviarte de la señalización. 

Pero siempre hay gente que se da cuenta y te avisa silvando, gritando o similar... Que conste que aún no hemos pasado por la experiencia de ser avisadas y sí hemos avisado a algún peregrino del despiste. 

No está de más llevar un papelito con unas anotaciones básicas que siempre viene bien para recordar distancias, los nombres de los pueblos, si hay o no albergue... 

...Y después poder utilizarlo para escribir en este blog ;-) Gracias a Lu por sus resúmenes de etapas tan currados!!

Ahí va otro ejemplo de lugar a la sombra solicitado por la gente peregrina. Es este lugar, además, hay una especie de "santuario" con piedritas haciendo montañitas donde la gente deja una petición, deseo, promesa, etc... 
También se dejan avisos a gente que viene por detrás en el camino en papeles colgados de las ramas de los árboles o con piedras como pisapapeles. Digamos que son las redes sociales del camino (WhatsApp, FaceBook, Twitter y tal...). Lo malo es que el paisaje a veces se desencanta con el encanto humano...

Tras mucho caminar, llegamos por fin a Viana. Y el lugar solicitado del momento era una fuente a la entrada del pueblo en una placita y con mesas y bancos para sentarnos. Vamos, todo un lujazo!!

Viana. Por fin!! Un pueblo con periódicos en las cafeterías. Tras leer toda la prensa del día y del día anterior e hidratarnos, dimos una vuelta por el pueblo, comimos por allí y tras mucho pensar si quedarnos a pasar la noche y caminar al día siguiente hasta Logroño o no... decidimos coger el autobús y regresar a Logroño para dar una vuelta por "El Laurel" ;-) La verdad es que cada persona se plantea El(Los) Camino(s) a su manera. Y la nuestra, como todas las demás, son igual de respetables. Por el momento no hemos optado por los taxis mochileros, sino, más bien, por ir paulatinamente reduciendo peso en la mochila y kilometraje diario. Nuestro objetivo es disfrutar de los paisajes, las personas, la compañía y el entorno. No llegar lo antes posible al destino, sino disfrutar de lo que nos vamos encontrando (las épocas de frutos en los campos, nos interesan especialmente ;-)

Etapa 06 Estella-Los Arcos

Para comenzar con esta etapa, fuimos a Logroño donde pasamos la noche y dejamos nuestro vehículo en un parking público muy amplio y vigilado que está en la calle Norte/Calleja Intendencia.

Madrugamos para coger el bus de las 7.45. Hay bastantes frecuencias. La compañía se llama La Estellesa. El viaje es un poco pesado porque pasa por todos los pueblos del mundo por los que días y horas después tendríamos que venir caminando y con mochila. Y nos daba bastante pena ver gente peregrina subiendo unas cuestas que nos parecían interminables...

Preguntamos al chófer si había parada en Ayegui, para no tener que ir hasta Estella (en fiestas, con mucha gente y jaleo). La respuesta fue afirmativa y nos bajamos allí. Dimos así como 20 pasos y entramos a desayunar a un bar. Y el camarero nos preguntó si veníamos de la cuesta. No dimos demasiadas explicaciones. Porque, claro, bajarse justo del bus e ir a desayunar no es habitual en el mundo peregrino. Después de desayunar y leer la prensa del día, nos cargamos la mochila dispuestas a emprender el trayecto del día. Un par de cuestas más arriba encontramos el Monasterio de Irache. Y una fuente que alegra a la gente aficionada al vino. Solo se puede tomar un poco allí. Para rellenar botellas y botas de vino hay una tienda de Bodegas Irache donde fuimos a sellar la cartilla y comentarles que el vinito estaba rico (aunque no nos gusta demasiado, pero por el camino, todo se agradece más).


Seguimos caminando 5km más y pasamos por un pueblo llamado Azqueta. El siguiente pueblo que pasamos, Villamayor de Monjardín, tiene un aljibe muy antiguo. Desde Villamayor hasta Los Arcos hay un "desierto mental" de 11,5km que nos hizo dudar de si seríamos capaces de recorrer tanto camino sin ver poblaciones. Pero sí, lo conseguimos.

Siempre por el camino, vas encontrándote con gente que para, descansa, vuelve a retomar el camino y vuelve a parar al mismo o distintos tiempos. De esa manera, te vas cruzando con esas personas y van surgiendo complicidades. Las zonas de sombra, sobre todo en verano, son lugares de encuentro y relevo peregrino.

Y aquí podéis observar uno de esos lugares. Cuando terminábamos de tomar nuestro bocata, llegó una señora mayor y se mantuvo a cierta distancia esperando a que soltáramos la sombra. Mentxu le animó a unirse a la sombra, pero se ve, que a la señora el espacio sombrío no le parecía lo suficientemente grande para tres, así que tras levantarlos y dejar el arbolito, la señora, rauda y veloz, se aposentó allí.

Ya nos faltaba poco para llegar a nuestro destino del día: Los Arcos. Con el bocata, recuperamos energía y paso a paso, sin prisa, pero sin pausa, llegamos al pueblo y empezamos a ver albergues y carteles a ambos lados de las calles. Lu había echado el ojo a "La Casa de la Abuela" así que fuimos para allí a ver si aún había plazas libres. Había literas libres, pero optamos por una habitación en la zona superior de la casa, denominadas "Graneros". Precioso el techo con vigas de madera abuhardillado. Muy agradable la estancia y el trato. Y un desayuno para cargar las pilas al 100% con bizcocho casero y huevos duros además de tostadas, mermeladas, galletas, frutas...!! Y el pueblo de Los Arcos pequeño pero muy completito, con Casa de la Cultura financiada por la Thyssen y todo (su madre era de allí)!!