Al llegar a Brea comimos y volvimos a coincidir con las mujeres canadienses. Dimos un pequeño paseo por la pequeña aldea de Brea y un perro se enamoró de Mayte y casi le da un mordisco. Charlamos con las canadienses, cenamos queso con membrillo y nos fuimos a dormir a una habitación para 10 personas.
jueves, 25 de septiembre de 2008
Castañeda-Brea (20 km)
Salimos a las 7.45 y llegamos a Ribadiso para desayunar consistentemente un colacao y un croissant. Seguimos caminando hasta Arzúa e hicimos trasvase de algunas cosas de la mochila. Maite dejó la mochila en Arzúa y reservamos cama en Brea. El camino fue bonito con bosques de castaños.
Al llegar a Brea comimos y volvimos a coincidir con las mujeres canadienses. Dimos un pequeño paseo por la pequeña aldea de Brea y un perro se enamoró de Mayte y casi le da un mordisco. Charlamos con las canadienses, cenamos queso con membrillo y nos fuimos a dormir a una habitación para 10 personas.
Al llegar a Brea comimos y volvimos a coincidir con las mujeres canadienses. Dimos un pequeño paseo por la pequeña aldea de Brea y un perro se enamoró de Mayte y casi le da un mordisco. Charlamos con las canadienses, cenamos queso con membrillo y nos fuimos a dormir a una habitación para 10 personas.
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